Hoy, cuando se cumplen 20 años del establecimiento del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, instituido en el seno de las Naciones Unidas, quiero -como he hecho durante cada año de mi mandato-saludar fraternalmente a cada persona, familia, comunidad y pueblo indígena de Colombia con ocasión de su celebración.

Reafirmamos nuestro reconocimiento y respeto a todos ellos, y celebramos el valor que tienen las culturas indígenas para nuestro país, así como el aporte que hacen a la humanidad y al cuidado milenario de nuestra Madre Tierra, un aporte que es reconocido a nivel mundial.

Hace dos días renové mi compromiso con la equidad y la paz del país: derechos y deberes supremos que tenemos como colombianos. Demostramos que hemos hecho mucho en este gobierno, pero reconocimos también que nos falta mucho por hacer. Esto es especialmente cierto de cara a la meta que nos hemos propuesto de cerrar las brechas generadas por años de discriminación y empobrecimiento que ponen en riesgo la supervivencia e integridad física y cultural de nuestros pueblos indígenas. Además, está en consonancia con el tema que este año nos propuso la ONU para esta celebración: «Acortando las diferencias: aplicación de los derechos de los pueblos indígenas».

Al recibir el mandato de los colombianos, el pasado 15 de junio, dije que "transformaremos lo que haya que transformar y corregiremos lo que haya que corregir". Lo vamos a hacer aprovechando al máximo los aprendizajes acumulados con los que llegamos a este nuevo cuatrienio para mejorar la relación entre Estado, pueblos indígenas y sociedad que hemos empezado a transformar con el diálogo y la mayor participación en las decisiones que les afectan.

Le ha llegado la hora a Colombia de re-imaginar el contrato social que hemos heredado, y las instituciones y políticas que nos han regido. Por ello, nos esforzaremos para consolidar la política pública integral indígena, y lo haremos de manera más responsable aún, y en sintonía con sus Planes Integrales de Vida. Buscaremos concertar acciones que sean viables y que nos permitan -a la vez-una adecuación institucional que nos prepare para el nuevo escenario del posconflicto, garantizando la paz y, con ella, la Colombia intercultural que todos queremos.

Quiero anunciarles que también culminaremos con excelencia el trámite pendiente para adoptar los decretos de gobierno que avancen en la autonomía administrativa indígena, en el manejo de algunos asuntos públicos desde sus resguardos, haciéndolos viables de manera responsable. Por eso invito a todos a no tenerle miedo al cambio. La Colombia que avanza y que soñamos implica transformaciones individuales y colectivas; por lo que les pido que trabajemos unidos en la diversidad, construyendo el futuro que nuestros 92 pueblos indígenas merecen.

Finalmente -en la Conferencia Mundial para los Pueblos Indígenas del mundo, que ocurrirá en Nueva York el próximo mes de septiembre compartiremos nuestros avances, así como los retos que tenemos con nuestros pueblos indígenas a mediano y largo plazo, que sabemos se sintonizan con los retos globales de todos los Estados y los pueblos indígenas del mundo: erradicar la pobreza y garantizar los medios de vida en las comunidades; erradicar la violencia contra las mujeres y los niños indígenas; garantizar el derecho a la comunicación y la interculturalidad de la salud y la educación, y el fortalecimiento de los mecanismos de protección de los derechos fundamentales, colectivos e integrales de los pueblos indígenas.

Con este fraterno saludo les envío mis felicitaciones y mi gratitud por trabajar juntos, respetando nuestra diversidad, a todos los pueblos indígenas del mundo y -en especial-a quienes conforman nuestra maravillosa Colombia multiétnica y pluricultural.

Por: Laura Carolina Suárez Chaparro

Asesora en Comunicación Programa Presidencial Indígena

 

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