Fuente OPIAC

“Se fue una gran luchadora de la causa indígena”

Emperatriz Cahuache, fue una carismática Mujer Amazónica que dejó un legado ético invaluable y un proceso sólido para los pueblos indígenas de gran pertinencia en momentos de crisis; su vida fue un proceso de frutos y esfuerzo perseverante: “Mujer luchadora incansable hasta el último momento de su vida, siempre nos contagió de su sabia palabra y sus conocimientos”, manifiesta Belkis Herrera del Comité Ejecutivo OPIAC. En el mismo sentido el profesor Isael Díaz, un líder indígena con gran trayectoria evocó a Emperatriz como una mujer a destacar que supo anteponer sus intereses personales y ejemplifico el sentir de los pueblos de pensar y actuar en colectivo por el bien de las comunidades y sus culturas, señaló en el reciente Congreso OPIAC.

“Se fue una gran luchadora de la causa indígena”, coinciden varios comentarios que por estos días, abundan las redes sociales en solidaridad con la muerte (el pasado fin de semana) de esta mujer que lideró, oriento y fortaleció el proceso organizativo de la OPIAC durante los años 1999, 2000 y 2001.

Pero su aporte fue de toda una vida desde la educación, las lenguas maternas y la promoción de la cultura indígena, así la exigencia incansable de garantía de los derechos fundamentales y colectivos de los pueblos, como su autonomía. En su permanencia al frente de la OPIAC consolido sus procesos organizativos y cimentó las bases políticas, organizativas y administrativas para el crecimiento de la OPIAC, como lo señaló Belkis Herrera, coordinadora del Área de Educación de nuestra organización y quien desde su campo hereda varios saberes de la Señora Emperita, como le decía cariñosamente.

En este sentido la OPIAC a través de su Comité Ejecutivo lamenta dar a conocer el fallecimiento de una de las más carismáticas mujeres de la Amazonía y pilares del proceso organizativo OPIAC y de los pueblos indígenas de la Amazonía colombiana y en general del país entero y del continente, como reitera, Edwin Vázquez, presidente de la COICA: “fue una digna representante y defensora de todos los pueblos del continente”. Tras padecer una enfermedad terminal, Empera abandono el “reino de este mundo” para ir al reencuentro con sus ancestros y continuar la senda de la inmortalidad orientado y guiando a sus pueblos y proveyendo la guía para abonar y fertilizar las semillas y chagras que dejó en su paso por el territorio amazónico de la lucha y la sensibilización por la dignidad de un pueblo, por la defensa de la naturaleza y el sueño de un país justo y digno, pero que declina ante la violencia y, que voces y procesos como lo de Emperatriz abren luces de esperanza. 

 

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