Una posición adversa a los intereses de las comunidades indÃÂgenas, han expresado los conservacionistas, al parecer surgidas por posiciones emanadas de tres organizaciones americanas dedicadas a la conservación del medio ambiente, quienes llevaron a este gremio a manifestar que las prácticas productivas de los pueblos indÃÂgenas ponÃÂan en riesgo la biodiversidad. Estas quejas que han venido aumentando por parte de los conservacionistas de una década hacÃÂa estos tiempos, se refieren a lo difÃÂcil que se ha tornado la situación a partir del momento en que los indÃÂgenas han entrado en la insurgencia y la violencia. De ahàla cautela de parte de estos movimientos, quienes piensan que los pueblos indÃÂgenas no son buenos aliados y que ha veces escogen su bienestar económico por encima de la preservación de los recursos naturales.
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La teorÃÂa -errónea para las comunidades indÃÂgenas- no toma en cuenta que la tierra es base de su identidad y las mujeres, el eje principal de la conservación de sus pueblos, su cultura y sus recursos. La relación entre pueblos indÃÂgenas y la biodiversidad es intrÃÂnseca, sus costumbres, conocimientos y prácticas demuestran que viven en armonÃÂa con la madre naturaleza y que es la sabidurÃÂa ancestral quien los impulsa a proteger los recursos forestales, animales y minerales de la explotación indiscriminada; un respeto que les impide alterar los ciclos naturales siendo por el contrario los más efectivos conservacionistas del planeta.
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Según informaciones obtenidas por las comunidades, las tres organizaciones más importantes en materia de conservación del medio ambiente, Wildlife Fund (WWF), Conservación Internacional (CI), y The Nature Conservancy (TNC), excluÃÂan en la ejecución de sus programas, a los pueblos indÃÂgenas y tradicionales habitantes de los territorios que los conservacionistas estaban intentando proteger. En algunos casos también, habÃÂa quejas de que los conservacionistas estaban siendo abusivos. Las quejas han ido aumentado por más de una década, de manera paralela al extraordinario crecimiento de las mayores organizaciones de conservación.
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La posición tiene un asunto de fondo, que se refiere a lo difÃÂcil que puede ser trabajar con las comunidades indÃÂgenas, y, como en lugares tales como Ecuador, Bolivia, y la región de Chiapas de México, los indÃÂgenas han entrado en la insurgencia y la violencia. De ahàla cautela por parte de varios movimientos conservacionistas, que piensan que los pueblos indÃÂgenas no son buenos aliados como ellos habÃÂan advertido convenientemente. Aducen, que los indÃÂgenas nos son, como la mayorÃÂa de las otras personas, iguales a los buenos conservacionistas, y que a veces escogen su bienestar económico por encima de la preservación de los recursos naturales. Muestran como ejemplo y prueba de las tendencias destructivas de los pueblos indÃÂgenas a los Kayapó en Brasil que cortan sus bosques y los Mayans que cortan y queman los bosques del Petén de Guatemala.