El 65,5% de los pueblos indígenas localizados en la amazonía colombiana tienen una población menor a mil personas. El grave impacto de la violencia sobre estos pueblos entraña un serio riesgo de extinción.  Así lo señala un estudio realizado por el Proyecto Promoción y Protección de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana y Ecuatoriana que ejecuta la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos, ALDHU con auspicio de la Unión Europea.

Según el informe, "el grave impacto de la violencia sobre pueblos de reducido tamaño demográfico exige acciones urgentes de protección y defensa de estas comunidades. ALDHU considera prioritario y urgente, exponer la situación de los pueblos indígenas amazónicos que pueden estar enfrentando la agonía de algunas culturas, sin que la sociedad nacional y occidental, conozcan su realidad". Para ello, realizará el Foro "La Agonía del Jaguar", sobre Pueblos Indígenas Amazónicos y Derechos Humanos en el contexto del conflicto colombiano, el 26 y 27 de noviembre en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, en ciudad de Bogotá.

En este evento, ALDHU hará visible la dramática situación y se discutirán propuestas de acción que involucren y comprometan al gobierno colombiano, los organismos internacionales, la comunidad internacional y las organizaciones indígenas nacionales y regionales.

El citado estudio que se dará a conocer en el Foro, indica que las violaciones a los derechos humanos de los indígenas, tienen "un enorme significado para las culturas amazónicas: la desaparición, la separación o la inhabilitación de una persona perteneciente a un pueblo indígena, trastorna una o muchas piezas de la estructura social. El homicidio, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado, o las lesiones a la integridad personal, infligidos especialmente sobre autoridades tradicionales representa la pérdida del conocimiento y control sobre ecosistemas y recursos naturales, supresión de conocimientos y protocolos médicos, desaparición de formas de control del territorio y, en general, pérdida de formas particulares de ordenamiento social y cultural".

Señala el estudio que esta situación se ve agravada por el desplazamiento forzado del que son víctimas los pueblos amazónicos colombianos. "Hasta septiembre de 2003, cerca de 1.311 indígenas de Caquetá, Guaviare, Putumayo y Vaupés, el equivalente al 2,7% de la población indígena de los cuatro departamentos, se vieron forzados a dejar sus territorios por causas relacionadas con la violencia política".

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