Con la siembra de Palma Africana llegó también al biodiverso Chocó la tala indiscriminada de los bosques tropicales, la contaminación de ríos, el exterminio de flora y fauna, el desplazamiento de miles de familias negras, desalojadas de sus territorios colectivos por la avanzada paramilitar, la muerte, el hambre y la pobreza, denunciaron líderes de ese departamento, la Diócesis de Quibdó y la ONG internacional, Human Rights Everywhere (HREV), durante el lanzamiento oficial del informe: “El cultivo de la Palma americana en el Chocó. Legalidad Ambiental, Territorial y Derechos Humanos”.

 

 

 

Según los voceros de comunidades negras asentadas en las cuencas de los ríos Jiguamiandó y Curbaradó, Chocó, desde hace aproximadamente 3 años fueron arrasadas y sembradas de Palma posteriormente, cinco mil hectáreas de territorios colectivos: “de los cuales tuvimos que salir por la feroz arremetida contra las poblaciones negras e indígenas por parte de los grupos paramilitares que poco a poco han invadido la zona, y entre otras cosas, esto permitió que las empresas de Palma Africana como FEDEPALMA pudieran iniciar la siembra en la región”.

 

Para la Diócesis de Quibdó, “Este proceso de adquisición de tierras por parte de colonos es ilegal según lo decreta la Ley 70 de 1993 para comunidades negras, la cual señala que los territorios colectivos son inalienables, inajenables y no pueden ser vendidos, pero por el terror ante la muerte, las comunidades han tenido que vender sus tierras o abandonarlas y salir huyendo”.  

 

Según HREV el problema no es en sí la Palma Africana, “sino la manera intensiva como la están sembrando, destruyendo miles de hectáreas de bosques vírgenes, en una zona que ha sido declarada como una de las más biodiversas del mundo y por tanto una de las más frágiles en su ecosistema tropical”.  

 

El informe advierte como, “de manera poco transparente”, los cultivos de palma se han extendido en el Chocó con argumentos, calificados de “dudosos”, vinculados al desarrollo y a la protección del medio ambiente.

 

Es por esto que la investigación asegura que estos planes de implantación de grandes cultivos de palma africana en el Chocó como polo de desarrollo, son inviables y considerando el marco jurídico vigente, son ilegales.

 

Para los voceros comunitarios: “La situación es tan impactante y dramática que, luego de la arremetida paramilitar como la de la Brigada No. 17 del Ejercito, algunos de los antiguos dueños de territorios ahora trabajan para las empresas en condiciones de esclavitud, porque estas empresas no pagan sueldos en efectivo sino con bonos intercambiables únicamente en las tiendas de las mismas y donde los productos son mucho más costosos”.

 

Finalmente, La organización HREV y la Diócesis de Quibdó concluyen que es necesario paralizar los cultivos de palma en el Chocó hasta que se investiguen y aclaren las irregularidades observadas en el proyecto palmero que afectan a la legislación medioambiental, territorial y a los derechos fundamentales de las poblaciones.

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