Por Yeshica Serrano Riobo

Encuentro mundial para la protección de las semillas. Nabusimake, Sierra Nevada de Santa Marta.

 

Del 19 al 21 de diciembre de 2013, se llevó a cabo el primer Encuentro Sé – Semillas en la capital del pueblo Arhuaco, Nabusimake. Este evento contó con la participación de invitados internacionales como Eric Semeillon, fundador de Kokopelli para la protección de las semillas criollas en Francia, Vladimir Moreiro Fundador de la red de semillas Bionatur en Brasil, Manfred Perkuhn de Austria quien es guardián de semillas en Villa de Leyva con el Banco de Semillas “Arca de Noé”. Así mismo, contó con invitados nacionales como Cesar Jerez, miembro de la Asociación de campesinos del Valle de Cimitarra y coordinador del equipo nacional de la Asociación Nacional de Zonas de Reservas Campesinas –ANZORC, Diana Salazar de Riosucio, Caldas representante de Casas de Semillas del resguardo Cañamomo, Lomaprieta, Juan Pablo Zarate de Villavicencio quien compartió su experiencia con la Fundación Caminos de Identidad – FUCAI, y Jaime Aguirre con la experiencia en la reservas comunitarias en el Verjón, Cudinamarca.

Por primera vez, luego de la expulsión de la misión capuchina en el año 1982, las autoridades tradicionales permitieron la realización de este evento, al cual asistieron más de 100 invitados provenientes de las eco–aldeas, agrónomos, médicos, profesionales indígenas e investigadores universitarios, con la consigna de “todos somos gotas de la misma agua y respiramos el mismo aire”. En el marco de este evento se reflexionó sobre los derechos de la naturaleza, como las piedras, los minerales, los animales y el aire. Los anfitriones del evento, entre estos el Cabildo Gobernador del Pueblo Arhuaco Jeremías Torres y la Candidata al senado por el Movimiento Sé, Ati Quigua, se declararon protectores de los derechos de la naturaleza y de la madre tierra.

Este espacio permitió el dialogo intercultural entre el pueblo Arhuaco y activistas ambientalistas que promueven la conservación de las semillas originarias. Se realizaron ofrendas a los padres espirituales del territorio Arhuaco, como semillas libres de transgénicos o modificadas genéticamente como maíz, fríjoles, tomate, berenjenas, zanahorias, quinua, entre otros cereales; además, se obsequiaron piedras como cuarzos y aguas de quebradas y ríos que provenían de los distintos rincones del país. Sonaron la caja[1] y el charu[2] para interpretar cuatro cantos, para los cuatro elementos de la tierra (agua, aire, tierra y sol) y así, armonizar y permitir que las semillas ofrendadas se conectaran con los padres espirituales del territorio Arhuaco, las cuales serían llevadas por los Mamos.

Como parte de la certificación de este encuentro internacional, se “diplumó” con las mochilas Arhuacas a cada uno de los invitados internacionales y nacionales como diplomáticos y embajadores para llevar el mensaje sobre la protección de los derechos de la naturaleza y la Madre Tierra. 

Finalmente, se elaboró un documento en el que participaron los ponentes, observadores, miembros y autoridades del pueblo Arhuaco, en el que los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta se declaran libre de transgénicos y agroquímicos; se comprometieron a proteger todos los elementos de la madre tierra para garantizar el derecho a la vida de todos los seres animados e inanimados, alimentos sanos para las generaciones presentes y futuras, así como, abrir un camino de esperanza en la lucha contra las industrias transnacionales que producen semillas certificadas modificadas genéticamente las cuales van en detrimento de las prácticas ancestrales de los pueblos indígenas.  



[1] Instrumento de percusión tradicional del pueblo Arhuaco.

[2] Instrumento de viento tradicional del pueblo Arhuaco. 

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