Por Fredy chikangana
Cultura Yanakona – Colombia.
Y en el remoto tiempo
de colores infinitos
cuando el hombre era jaguar
y espesa sombra de la noche
de la tierra madre
broto la esencia de la vida
como capullo primigenio,
como lanza de guerrero
sobre el silencio azul de las estrellas
la hoja sagrada
la koka de los dioses
la bondadosa, la wuarmi (mujer)
la planta urdidora de ensueño y la palabra,
aquella que vendría a calmar
la sed y el hambre de todas la criaturas
la Koka pluma de kinde
madre poderoso que recorre el cuerpo
mitigando la fatiga de los días
¡oh Koka madre!, presencia y silencio
a ti canto con tu cuerpo hecho de luz
bebiendo y diluyendo tu esencia
entre mis labios.
Tu nombre me viene de la tierra
de remotos lugares
de los cantos taitas y curacas
que en obediencia regaron la semilla
para deleite de las aves mensajeras,
para vivir cantando eternamente entre soles y lunas de
existencia.