Con fin de profundizar el proyecto de autonomía sus pueblos, las mujeres indígenas del Cauca harán una gran movilización para expresar su voz de rechazo a la confrontación armada que libran los actores armados en sus territorios. El evento, denominado en Lengua Nasa "Visita a la Familia", es un aporte de las mujeres al posicionamiento de las comunidades de la Zona Norte afectadas por la intensificación.

 

En este sentido, la Coordinación Regional de Mujeres Indígenas del CRIC ha convocado a las mujeres de otros sectores sociales y organizaciones de defensa de los derechos humanos, que actúan en la región entre los departamentos del Cauca y del Valle del Cauca, para que durante los días 21, 22 y 23 de Julio marchen desde sus lugares de origen hacia las ciudades de Popayán y Santander de Quilichao. De allí se desplazan luego hacia los municipios de Toribio y Jambaló, afectados por una las mayores confrontaciones armadas de los últimos tiempos.

 

“Decidimos manifestarnos de esta situación, denunciar la violación de los DIH y de los derechos humanos en nuestras comunidades, exigir una salida negociada al conflicto armado y el respeto a nuestro derecho de no involucrarnos en él”, dijo Filomena Yocué, de la Coordinación de mujeres del CRIC en un comunicado dirigido a las organizaciones sociales, a quienes pidió su solidaridad y compromiso con la defensa de los derechos de los pueblos indígenas del mundo.

 

La marcha tiene varios objetivos, entre ellos: movilizar a las mujeres indígenas como voceras de paz reconocidas; manifestar su rechazo a las acciones de guerra en sus territorios y reafirmar su resistencia civil pacífica por la vida y la dignidad; exigir el respeto a la autonomía y el derecho de sus pueblos a ser comunidades de paz; mostrar con acciones simbólicas ancestrales cómo las mujeres son garantes de paz, reconciliación, autoafirmación y libre determinación de sus pueblos.

 

“Toda la ayuda que nos quieran dar será bienvenida y bien utilizada ya que estamos  trabajando desde hace dos meses con las uñas, el corazón  y la alegría, pero sin ningún recurso económico”, dijo la vocera.

 

En el Departamento del Cauca se encuentra actualmente la mayor parte de la población indígena del país. Son aproximadamente 250 mil habitantes, 95 comunidades de diferentes etnias, organizadas en nueve (9) asociaciones zonales de cabildos, que se localizan en diferentes ecosistemas de selva húmeda tropical, páramos, bosques alto andinos y piedemonte amazónico.

 

Sus pueblos llevan más de 30 años trabajando por el fortalecimiento de sus autoridades y formas de organización, por la recuperación de sus tierras de resguardo y territorios ancestrales y la revaloración de sus sistemas de conocimiento y producción tradicional. A nivel comunitario, han venido construyendo su  autonomía territorial, sobre la base del control del territorio a través de la guardia cívica indígena.

 

A pesar de los avances en los últimos 30 años, desde tiempo atrás la región y las áreas indígenas han sido sometidas a toda clase de procesos de intervención territorial, ligados a intereses políticos, económicos, culturales y religiosos de sectores dominantes de una región que durante siglos fue dominada por una elite blanca y clasista.

 

En todo este proceso, desde la creación del CRIC en 1.971, las mujeres indígenas han jugado un papel importante en el avance y desarrollo de cada uno de los ejes de su programa de desarrollo. “Jugamos un papel relevante en la recuperación de nuestras tierras; de la mano con los hombres, hemos soportado el embate represivo del Estado y de diferentes fuerzas privadas con intereses opuestos a las comunidades indígenas, hemos participado activamente en la construcción de estrategias de educación propia, salud indígena, recuperación de la producción tradicional, en el cuidado de nuestros recursos naturales y más recientemente en los procesos de guardia indígena”.

 

“Siempre hemos luchado al lado de nuestros compañeros y además hemos adelantado acciones diferenciadas a las de los hombres en procura de capacitarnos, orientar nuestro apoyo a las luchas ancestrales de las comunidades y a los procesos de resistencia, pensando en el bienestar conjunto de hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas, de nuestras comunidades”.

 

Desde el inicio de la organización del CRIC, han sido varios los procesos que las mujeres indígenas han iniciado para encontrar formas organizacionales propias y la mejor forma de tramitar su particular forma de ver y sentir el mundo, el de la familia y la comunidad en general.

 

Recientemente, en el XII Congreso del CRIC, realizado en marzo de 2005, socializaron sus avances en el marco del Proyecto Político de la organización, y vieron como en los últimos 30 años de organización del CRIC apoyaron decididamente todas las acciones para denunciar la violación a sus derechos, como en la reciente Marcha por la paz, la dignidad, la alegría y la autonomía, realizada desde Santader de Quilichao hacia Popayán y Cali.

 

La situación actual tiende a la intensificación de las acciones bélicas por los actores de la guerra, no sólo en consideración al aumento de la actividad militar en diferentes zonas y al aprovisionamiento e incremento del pie de fuerza en sus territorios durante los últimos meses, sino también por la coyuntura electoral en Colombia.

 

Las mujeres y los hombres nasa se han declarado en máxima alerta frente a las siguientes situaciones: Prevención y protección de la población indígena ante hechos bélicos en la región; activación de las guardias indígenas de las diferentes zonas del departamento; denuncia permanente de violación de derechos humanos en sus territorios por cualquiera de los actores armados; resguardo de la población para evitar su desplazamiento forzoso; demanda y orientación de la ayuda humanitaria en poblaciones afectadas directamente por el conflicto.

 

La zona de Toribio es de vital importancia para las mujeres indígenas, porque allí surgió su organización indígena hace 34 años. Allí se han dado los procesos más importantes de fortalecimiento a la autonomía de los pueblos y territorios. En él se estableció la primera alcaldía indígena del Cauca, que además ganó el Premio Nacional al Mejor Plan de desarrollo. El PNUD le otorgó Premio Internacional al mejor proceso de producción agroambiental. La UNESCO declaró a varios líderes zonales “Maestros de la Sabiduría”. A la Guardia Indígena del Norte del Cauca le otorgaron el Premio Nacional de Paz y Toribio ha sido históricamente afectada  por actores y sucesos del conflicto.

 

De esta manera, las mujeres organizadas se han venido reuniendo para analizar la situación y han convenido una gran acción de movilización de mujeres desde los diferentes territorios indígenas del departamento hacia la zona de mayor conflicto armado en el norte del departamento, el Municipio de Toribio.

 

El presupuesto de dicha actividad es de $28.300.000. Quienes quieran aportar pueden dirigirse a la Coordinación Regional de Mujeres Indígenas del CRIC, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. , pues hasta hoy no han cesado los hostigamientos a la zona norte.

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