Nuestra madre tierra nos concedió la dicha de ser mujeres
para que pudiéramos generar vida como la genera ella;
reÃr junto con nuestros hijos y nuestros hombres
como lo hace ella con los pájaros cuando cantan.
Nuestro vientre abriga el ser que se forma,
asà como ella recibe el calor de nuestro padre sol durante el dÃa
y en la noche la claridad de nuestra madre luna
indicándonos los tiempos para la siembra.
Desde nuestro andar en los caminos construyendo cada dÃa y en cada espacio un sentido de vida y dignidad, estamos acá para acompañar con valor y unir nuestras voces de resistencia, venimos las mujeres indÃgenas, campesinas, afrocolombianas, mestizas del Cauca y de otras regiones de Colombia y del mundo: Compañeras y compañeros todos.
- Estamos aquà para rechazar a los actores del conflicto armado que persiguen a nuestros compañeros, hijos e hijas, hermanas y hermanos obligándonos a hacer parte de este conflicto que no es nuestro, desplazándonos, separándonos de nuestros hogares y raÃces culturales ancestrales, destruyendo asà el tejido social y cultural. Lejos quedan nuestros fogones, donde se inicia el compartir y el diálogo fecundo que renueva la vida.
- Venimos para denunciar la polÃtica de seguridad democrática que aumenta el hambre, el desempleo y la muerte de hombres y mujeres de todas las generaciones.
- Estamos cansadas de ver como nuestros hijos e hijas son seducidos con promesas de cambio social de una parte y con promesas de salarios de otro. Y en muchos casos obligados a integrarse para ser convertidos en objetos de guerra contribuyendo al proyecto de muerte en favor de los bandos en conflicto.
- La presencia y ocupación militar de nuestros territorios transforma nuestra vida cotidiana en una permanente situación de amedrantamiento, temor, destrucción, amenaza, persecución y violencia.
- No queremos que nuestro territorio, nuestras casas de familia, comunitarias, culturales, religiosas, escuelas, centros de salud, sitios recreativos sean tomados como trincheras, minados y destruidos generando desolación y desesperanza, cambiando el ambiente natural de convivencia.
- Estamos aquà para denunciar y rechazar los atropellos a las normas de nuestras comunidades prohibiendo el libre transito en nuestros territorios e imponiendo criminalmente amenazas como el hecho de que las niñas que transiten a determinadas horas serán violadas por los miembros de las fuerzas militares. En lo que va recorrido bajo la ocupación militar se han hecho 36 denuncias oficiales de estas violaciones.
- Denunciamos los señalamientos de que son victimas nuestras autoridades y cabildos, de ser auxiliadores y cogobernantes con la insurgencia por declaraciones del comandante de la Tercera Brigada del Ejercito, general HERNANDO PEREZ MOLINA, colocando en riesgo la vida de nuestros dirigentes.
- Denunciamos las estrategias divisionistas del gobernador del Cauca JUAN JOSE CHAUX MOSQUERA, funcionarios del gobierno central, en asocio con algunos politiqueros que aprovechan estas situaciones de conflicto armado para sembrar confusión mediante falsas acusaciones e intromisión en la vida interna de nuestras comunidades.
- Denunciamos los Montajes hechos por el ejercito colocando prendas y artefactos militares en las casas de nuestros dirigentes, al igual que los arrestos masivos de comuneros sin el derecho a un debido proceso.
- Estamos aquà por que nos indignan los señalamientos de gobiernistas y antisubversivos por parte de la guerrilla, auxiliadores y colaboradores de la guerrilla por parte del gobierno y sus fuerzas militares. No queremos ser carne de canon de quienes se disputan el dominio de nuestros territorios. Nuestra convicción es defender el derecho a la autonomÃa y la libertad.
CONVOCAMOS
A nuestros compañeros, a todas las personas organizadas, en sindicatos, asociaciones comunitarias, organizaciones indÃgenas, afrodescendientes, mestizas, campesinas, consejos estudiantiles, organismos de derechos Humanos nacionales e internacionales a apoyar nuestra lucha por la defensa de nuestro territorio y proyecto de vida.
Convocamos a derrotar el miedo y la desesperanza; a pensar desde nuestros propios sentimientos y cosmovisiones, a reafirmarnos en nuestras propias identidades culturales, a seguir construyendo comunidad donde nuestros sueños sean posibles.
Llamamos a los pueblos del mundo, a los hombres y mujeres a la solidaridad convocando a todos y todas a crecer conjuntamente en el respeto a la diferencia y el compromiso reciproco para construir condiciones y espacios de paz y convivencia donde el bienestar de todos sea el objetivo común.
Llamamos a las organizaciones populares a que posibiliten y dinamicen acciones, desde sus bases, desde sus gentes, para que los espacios regionales que se han venido abriendo paso en cada situación, en cada reto, fortalezcan la unidad imprescindible en toda nuestra lucha.
EXIGIMOS
Nosotras, todas las que estamos reunidas aquà en visita a nuestras familias que se encuentran en medio del conflicto armado, exigimos:
Al gobierno de Uribe, a la clase polÃtica gobernante, a los gremios económicos, para que se responsabilicen de la repararacion económica, social y cultural de nuestras comunidades que viven el conflicto en condición de dignidad y no de victimas.
Exigimos que se respete el derecho de las mujeres a no ser utilizadas y violentadas por ningún bando del conflicto degradando nuestra dignidad, nuestras costumbres, sueños y visiones propias del mundo.
Exigimos el respeto a la vida y a nuestros territorios.
“Solo podemos construir un mundo con equidad y justicia con la complementariedad de hombres y mujeres justos y felicesâ€