“La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz” Rigoberta Menchú – Lideresa Indígena

 

Por: SANTIAGO MARTINEZ HOLGUIN

A propósito del Día Internacional de la Mujer Indígena, resulta indignante la posición que tomó el gobierno de Canadá, cuando en declaraciones hechas en agosto del presente año por el Ministro de Seguridad Publica, Steven Blaney, se determinó que no se creara una comisión especializada para investigar los casos de las mujeres aborígenes que desde 1980 en las provincias de Columbia Británica, Manitoba y Ontario han sido desaparecidas y asesinadas.

De acuerdo con la Policía Federal de Canadá estos casos superarían las 2200 mujeres indígenas. Para la Asociación de Mujeres Nativas de Canadá (NWAC) esa cifra es incorrecta, en la medida que en los últimos 30 años se han presentado 4 mil de estos casos. Aun así, la situación es problemática y podría evidenciar una conducta generalizada de ciertos sectores de la población que aún conservan aires de colonialismo, racismo e incluso sexismo.

Según el parlamento es necesario hacer inversiones del orden de  25 millones de dólares en programas y políticas que apunten a la disminución y eliminación de toda clase de racismo y sexismo en la población canadiense. Pese a esto el Gobierno no ha adelantado y no pretende hacer una investigación rigurosa, como un caso de estas características lo exige, me imagino que para evitar sacar los “trapos sucios al sol”.  En todos los tiempos es un deber estatal investigar los hechos que revisten conductas reprochables, no hacerlo constituye un acto claramente vulneratorio del derecho de las comunidades indígenas al acceso a la administración de justicia. Los responsables de estos actos continuarán viviendo impunes escudados en la omisión de las autoridades y en la negativa del gobierno canadiense en encontrar a los responsables e impedir que este injusto baño de sangre continúe agobiando a las mujeres indígenas, las más indefensas y débiles en las estructurales sociales de esa gran nación.  

Con esta mención a la difícil situación de las mujeres indígenas en Canadá, recordamos el día Internacional de la Mujer Indígena en el que se rememora  a la Aimara, Bartolina Sisa, quien fue asesinada y descuartizada un 5 de septiembre de 1782 en la Plaza Mayor de la ciudad de La Paz, Bolivia, por oponerse a la dominación y la opresión de los conquistadores. Estos actos demuestran que la situación de las mujeres indígenas en toda América sigue siendo crítica y problemática.

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