Una delegación de la Comisión Civil Internacional de Observación por los por los Derechos Humanos (CCIODH) entregó su informe sobre Atenco en la ONU. El documento pretende informar sobre las graves violaciones a los derechos humanos, así como instar a esta institución a que actúe, dentro de su competencia, para facilitar la justicia y la reparación de daños en el conflicto desencadenado en Texcoco y San Salvador Atenco el 03 y 04 de mayo. 

Tomado de Adital

Probado uso excesivo de la fuerza pública


Adital - Una delegación de la Comisión Civil Internacional de Observación por los por los Derechos Humanos (CCIODH) entregó su informe sobre Atenco en la ONU. El documento pretende informar sobre las graves violaciones a los derechos humanos, así como instar a esta institución a que actúe, dentro de su competencia, para facilitar la justicia y la reparación de daños en el conflicto desencadenado en Texcoco y San Salvador Atenco el 03 y 04 de mayo. 

Las conclusiones y recomendaciones del informe consideran probado un uso excesivo de la fuerza pública, que el gobierno recurrió al empleo de la fuerza pública sin agotar todos los medios posibles no violentos para resolver el conflicto; que no actuó en el marco del Estado de Derecho y que no respetó los estándares internacionales de protección de los derechos humanos.

Consideran probada la violación masiva de los derechos humanos, entre ellas las torturas sexuales contra la mayor parte de mujeres detenidas. Recomiendan el cese inmediato de Wilfrido Robledo Madrid, Comisario General de la Agencia Estatal de Seguridad, así como el de Alejandro Eduardo Martínez Aduna, responsable del operativo de la Policía Federal Preventiva, como responsables políticos de los operativos policíacos. Igualmente recomiendan la liberación de todos los detenidos en Santiaguito y La Palma bajo el principio de presunción de inocencia, dado las violaciones del derecho a un proceso justo y con las debidas garantías procesales.

La Comisión considera que los abusos policiales representaron una grave vulneración masiva de derechos humanos que se tradujo en una serie de presuntos hechos delictivos como las detenciones ilegales, allanamientos de moradas injustificados, la muerte de una persona, una agresión con resultado de muerte cerebral, actos de tortura, multitud de agresiones físicas, verbales y morales, graves atentados a la libertad sexual (incluso violaciones), vulneraciones de los derechos procesales de los detenidos, entre muchos otros.

Además la Comisión pide el cese del comandante David Pintado Espinos, máximo responsable policial del operativo de la policía estatal; y del jefe del Estado Mayor, el general de Brigada Ardelio Vargas Fosado. Ella considera que las graves vulneraciones de derechos humanos descritas en este informe son consecuencia directa del problema estructural de impunidad del que han gozados, históricamente y hasta el día de hoy, los agentes de los diferentes cuerpos de seguridad mexicanos en ejercicio de su función pública.

La Comisión considera que se debería proceder con la mayor diligencia y celeridad a la averiguación y esclarecimiento de los hechos acaecidos en Atenco. En ese sentido, la Comisión muestra su preocupación por el hecho de que el inicio de la campaña electoral está significando un retraso injustificable en la investigación y persecución de los agentes de policía responsables de las vulneraciones de los derechos humanos descritos en este Informe.

También considera que existe un conjunto mínimo de medidas de reparación de los daños individuales y colectivos ocasionados que deberían implementarse de modo inmediato. Las medidas de reparación deberían ser consensuadas con los propios afectados e incluir, como mínimo, y siguiendo la jurisprudencia sentada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos para situaciones similares a la presente.

Son ellas: reparación moral, con restitución del honor de las víctimas y del daño inflingido a su imagen privada y pública a través del reconocimiento oficial del trato injusto y vejatorio recibido y del daño provocado por el hecho de ser considerados como delincuentes; reparación emocional de las personas afectadas; reparación del daño comunitario a través de programas de reconstrucción del tejido social; reparación económica; reparación legal; reparación social, articulando los mecanismos que garanticen que no existen limitaciones al uso de la ciudadanía, la participación social y política individual u organizada de la población de Atenco; y reparación histórica,con el reconocimiento de la verdad histórica que permita la creación de una memoria colectiva que prevenga situaciones similares futuras.

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