Codhes, que publicó esta semana el documento “Panorama de los Derechos de los Pueblos Indígenas en el suroriente colombiano”, dijo que en 2008 fueron 1.388 los indígenas expulsados de sus territorios ancestrales en los departamentos de Vichada, Guainía, Guaviare, Vaupés y Amazonas, donde se encuentra el mayor número de población indígena en Colombia.
“Estos pueblos están en vía de extinción como consecuencia del conflicto armado, de la ausencia de mecanismos de protección como población civil que son y por los procesos de reclutamiento que se vienen realizando principalmente las FARC”, señaló el presidente de la Consultoría, Jorge Rojas.
De acuerdo al nuevo documento, los pueblos nativos que presentan mayores riesgos de desaparecer son los Jiw y los Nukak Makú, ubicados en el departamento del Guaviare.
Como principales factores que vulneran los derechos de los indígenas la organización enumeró la presencia de actores armados en los resguardos aborígenes, la confrontación entre actores armados, la instalación de minas antipersonales, el abandono de municiones sin explotar, las amenazas y los asesinatos de sus líderes.
A esos hechos se suman las restricciones a toda la movilidad de personas, alimentos, medicamentos, combustibles, bienes y servicios, señalamientos, reclutamiento de menores y desarrollo de fumigaciones de cultivos ilícitos.
Como parte de sus objetivos, Codhes apoyará, del 26 al 29 de octubre, la realización de una serie de reuniones del Consejo Regional Indígena del Vaupés (CRIVA) con organismos internacionales, organizaciones de derechos humanos, el Gobierno y organismos de control.
En esos encuentros CRIVA revelará un nuevo informe sobre el impacto del reclutamiento forzado de menores indígenas en ese departamento.
