Después de un largo sueño de hibernación, el Pueblo Raizal, como un oso, ha despertado una vez más de su letárgica somnolencia invernal, para demostrar claramente al Estado colombiano que todavía tiene una vida vibrante, llena de mucha energía.

 

El viernes, 19 de noviembre del año en curso, a eso de las 4:00 p.m., el Pueblo Raizal emprendió una marcha, compuesta de unos mil o más personas, entre ancianos, adultos, jóvenes y niños, desde la Iglesia Bautista Mount Zion, en La Loma, que descendió hasta las calles céntricas de North End.

 

Esta demostración fue una Marcha de Oración acompañada de cánticos religiosos, oraciones en distintos puntos, destacándose al frente de una conglomeración de almacenes, que solamente emplean personal foráneo, al frente del Tribunal Administrativo Contencioso, que tiene únicamente jueces continentales, los cuales son considerados por el Pueblo como usurpadores de los cargos que deben ser ocupados por Raizales; luego se trasladó a orar al frente de la “Estatua de la Barracuda”, cuyo efigie muchos Raizales miran como símbolo maligno, porque fue erigida por Simón González Restrepo, el ex-Intendente “mago”.

 

La marcha también estaba acompañada de arengas de protesta, tales como:

 

·     “¡El Señor es nuestro pastor, tenemos poder en nuestro Señor, Jesucristo!”

·     “¿Quiénes somos? El Pueblo Raizal!  ¿Qué queremos?  La autodeterminación!”

·     ¡Qué nos dan? Sobrepoblación, corrupción, discriminación, intimidación, inanición, desempleo y genocidio!”

·     “No hace falta más corrupción, no hace falta más sobrepoblación, no hace falta más ángeles falsos, (refiriéndose nuestro subrayado  a Juan Guillermo Ángel Mejía, el denominado asesor presidencial para San Andrés y Providencia, quien para el Pueblo Raizal es otro atropello de la administración Uribe, porque el mencionado señor no es más que una versión moderna del “encomendero” de los tiempos de colonización.) todo lo que necesitamos es la autodeterminación!”

·     “¡Colombia no nos puede dar lo que ya es nuestro. debemos pararnos en firme y retomar este territorio que es nuestro!”

·     “Esta caminata de oración es para nuestra liberación y autodeterminación. En el nombre de Dios debemos recobrar todos nuestros derechos!”

·     “¡No tenemos hospital, ni calles, ni trabajo, ni un Estado a que acudir, pero el presidente Uribe insiste en gastar millones en una vía peatonal que no nos traerá ningún beneficio!”

 

Es posible que el Pueblo Raizal se ha despertado porque se comenta por doquier que el Presidente Uribe aparentemente está comprando, tal vez no en su propio nombre, terrenos aledaños a la vía peatonal, que insiste y tiene tanto interés en construir, a pesar del desacuerdo manifiesto del Pueblo, o sea que dicha obra no fue debidamente concertada con los Raizales, como ordena la ley,  ni tiene la aprobación y el consentimiento de ellos.

 

También se oye que hay un señor con mucho dinero tratando de comprar toda la isla de Providencia. ¿Qué esta pasando en realidad? ¿Quiénes son estos falsos o supuestos inversionistas? ¿Lograremos saber esto o todo  quedará en la oscuridad?

 

Miembros de las Fuerzas Públicas acompañaban a la multitud y varios agentes estaban haciendo filmación, como suelen hacer, tal vez para intimidar a los manifestantes; pero sin amedrentarse el Pueblo Raizal marchó hasta la Plaza de los Corales, al frente de la Gobernación, en donde terminó concentrándose.

 

En ese lugar, después de elevar al Señor cánticos de alabanzas y oraciones por varias peronas de las distintas iglesias del Departamento, el Pastor Raymond Howard animó a su pueblo a estar alerta para marchas sucesivas ya que el Pueblo Raizal no continuará en estado de postración y desesperación sin levantar su voz de protesta en contra de las imposiciones e injusticias perpetradas por el Estado Colombiano que afectan a este sufrido pueblo y les aseguró que con Dios al frente, y el pueblo detrás lograrán ganar la batalla.  Su lema fue “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”  (Romanos 8:31) El evento fue finalizado a las 6:00 p.m.

 

El Estado Colombiano no debe continuar prestando oídos sordos al clamor del Pueblo Raizal, como si nada estuviera pasando, no debe olvidar lo que establece los instrumentos internacionales de derechos humanos que ha ratificado, como la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que en su Preámbulo dice: Todos  los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, como son dotados por la naturaleza de razón y conciencia, deben proceder fraternalmente los unos con los otros. Es deber del hombre ejercer, mantener y estimular la cultura por todos los medios a su alcance, porque la cultura es la más elevada expresión social e histórica del espíritu. Además, hay otros artículos de la citada Declaración y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) que establecen la obligación del Estado de respetar y garantizar la vida, la libertad, y la integridad personal. Ningún Estado Parte de la Convención puede suspender estos derechos ni otros considerados centrales, en caso alguno, aún en situaciones de emergencia.

 

Hay otros derechos que también cobijan al Pueblo Raizal en los instrumentos internacionales tales como, el derecho a profesar libremente sus ideas y creencias religiosas y de manifestarlas y practicarlas pública y privadamente, derecho a la preservación de la salud y el bienestar, al reconocimiento de su personalidad jurídica y de los derechos civiles, a participar y ser electo para cargos gubernamentales y públicos, el derecho de asociación para promover, ejercer y proteger sus derechos de cualquier naturaleza, a la propiedad, uso y goce de sus bienes, el derecho a la honra y la dignidad y a las garantías judiciales y debido proceso.

 

Por último, queremos recordar al Estado Colombiano que cualquier persona o grupo puede presentar una petición ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos alegando que se han violado las disposiciones de la Convención Americana o de la Declaración Americana y tanto la Comisión como la Corte Internacional están facultadas para requerir a un Estado que tome medidas de protección con carácter urgente, para evitar que se consume un daño irreparable, con el fin de proteger la vida y/o la integridad física y psíquica de del Pueblo Raizal. El Pueblo Raizal esta siendo violado  física y psíquicamente por el Estado Colombiano. Colombia ponga atención a estos compatriotas que consuetudinariamente ha venido tratando con injusticia o de pronto tendrá que lamentar en el futuro el desacertado descuido que viene implementando hasta ahora. Compay Uribe,  ya sabe que no hay nada peor que un animal salvaje forzado a despertarse. ¡Colombia, ojo al despertar del Oso Raizal!

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