En un acto sin precedentes, el gobierno nacional entregó esta semana a las comunidades indígenas Sumain Ichi, Waya Wuayuú y Asocharma de la Guajira, en el norte de Colombia, el 76 por ciento de las acciones de las Salinas Marítimas de Manaure (Sama), para su administración.

 

La entrega formal la hizo el pasado martes el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, quien explicó que primero se procederá a la constitución de una sociedad económica mixta para la explotación y procesamiento de sal,  conformada en un 51 por ciento por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, un 24 por ciento por la Alcaldía de Manaure y un 25 por ciento por la comunidad Wuayuú de Manaure.

 

Seguidamente se procederá en la cesión de la participación accionaria del Estado a los tres pueblos indígenas, con lo que Sumain Ichi quedará con 36 por ciento, Waya Wuayúu con 30 por ciento y Asocharma con 10 por ciento.

 

Para el Presidente Uribe: "Ningún hecho pone en mayor evidencia ese tránsito del Estado burocrático al Estado Comunitario, que la firma de la escritura que acaba de darse. Sin demagogia, un proceso serio, una empresa saneada, una empresa que recibe hoy la comunidad sin temor a encartarse con ella. Una empresa que garantiza que con buen manejo va haber ese equilibrio entre ingresos y gastos".

 

Y finalmente, el Ministerio de Minas y Energía entregará la concesión de explotación de sal a la nueva empresa.

 

Este hecho es histórico, como lo ratificó el primer mandatario, puesto que es la primera vez en que el Estado cede su participación accionaria a una comunidad indígena, al reconocerles su derecho ancestral y de territorialidad.

 

Es así como el gobierno nacional decidió cumplir, basándose en su política social, en el reconocimiento a las comunidades indígenas y el impulso a proyectos de autogestión, con un compromiso que se había adquirido desde 1991 cuando se firmó un acuerdo entre el IFI Concesión Salinas y la comunidad Wuayúu de Manaure, en el cual se contemplaba la participación de la comunidad indígena en la explotación de sal.

 

Para garantizar el real beneficio para las comunidades Wayuú, los accionistas de esta nueva empresa debe cumplir con varias condiciones: 

 

- Se debe contratar a un operador privado experto en el desarrollo de la explotación de sal para hacer más productivo y eficiente el proyecto. Mientras se contrata, la operación la seguirá realizando la Concesión de Salinas para garantizar la rentabilidad de la explotación.

 

- Se estipula que no se podrá vender la participación cedida por el Estado sin autorización escrita de los ministerios de Minas y Energía y Comercio, Industria y Turismo.

 

- También habrá un comité de vigilancia para el desarrollo de la operación del que forma parte el Gobierno y el Estado conserva la facultad de vigilancia que le dan los contratos de concesión de tal forma que se podrá reversar el contrato si llegara a funcionar mal.

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