En el marco de la VII ronda de negociaciones del TLC Andino entre Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos, realizada en la costera ciudad de Cartagena, Colombia, los indígenas de las diversas regiones del país ratificaron su posición de rechazo absoluto frente a lo que han denominado:  “la colonización del capitalismo”.

 

Y no es para menos, si se tiene en cuenta que en la mesa se están negociando temas tan importantes para la supervivencia de estos pueblos como el Territorio, la Autonomía y la Cultura.

 

Por eso se ha dicho que los países involucrados con el TLC, menos USA, están “subastando sus riquezas al mejor postor”. Las mismas están representadas en sus recursos naturales: agua, aire, recursos energéticos como el petróleo; la biodiversidad incalculable, el territorio, la propiedad intelectual, la posición estratégica para el comercio y la circulación de mercancías, entre otras.

 

Estados Unidos busca además, y está presionando para que los tres países permitan las patentes para las siguientes invenciones: a) plantas y animales, y b) procedimientos diagnósticos, terapéuticos y quirúrgicos para el tratamiento de humanos y animales.

 

Esta actitud arrogante del “lo toman o lo dejan”, solo busca saciar los intereses estratégicos de Estados Unidos, tal como lo expresaba Colin Powell Secretario de Estado, ante el Congreso de EU: “Garantizar a nuestras empresas el control de un territorio que se extiende desde el Polo Norte hasta la Antártica y asegurar un acceso libre sobre todo el continente, a nuestros productos y servicios, a nuestra tecnología y nuestros capitales, sin obstáculos ni dificultades”.

 

Las comunidades indígenas manifestaron además, que con el TLC se legalizará la presencia de megaproyectos económicos en sus territorios, y se intensificará la presencia de grupos armados, agudizando la violencia y generando el éxodo masivo de las diversas comunidades, como se ha dado en departamentos como Nariño y Chocó, donde la llegada del gubernamental cultivo de palma aceitera ha desplazado a cientos de familias indígenas y afrocolombianas.

 

Ante esta situación de intervención económica, están emergiendo en Colombia, tanto en el plano nacional como en localidades donde se ubican los recursos estratégicos, luchas de resistencia ante el desalojo violento que se pretende hacer, lideradas por organizaciones sociales, indígenas, de campesinos y ONG.

 

Para los pueblos indígenas de Colombia, la resistencia social y pacífica se constituye en una estrategia de supervivencia ante la insaciable voracidad del TLC.

 

Actualidad Étnica habló sobre este tema con diferentes líderes indígenas del país, y esta es su opinión:

 

Cómo afectaría a los pueblos indígenas de Colombia la posible firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, teniendo en cuenta que están en juego temas tan importantes como lo son el Territorio, la Autonomía y la Cultura de nuestro país?

 

Leonor Salabata, líder indígena del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta, noroccidente colombiano: Entendiendo que una de las mayores luchas de los Pueblos indígenas desde épocas inmemoriales son y han sido siempre la diversidad y el derecho a ser reconocidos como diferentes. Hoy la globalización afianza su poder en la OMC, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, como fuerza organizada en el sistema capitalista que emerge bajo intereses de los Estados: que impulsan sus economías sin ningún norte, que no colocan en el debate el trabajo por la paz y el desarrollo de los derechos humanos -que en otras cuestiones significa la igualdad de las condiciones Humanas, económicas, sociales, culturales, políticas, ambientales etc-, y que los poderes económicos reconozcan que un desarrollo estable significa aceptar un foco concentrado de pobres que son humanos con derechos económicos sociales y culturales, colectivos y ambientales en nuestro caso de los Pueblos indígenas. Y debe considerar el componente Ético, que defina y centre al factor humano en cada uno de los contextos del desarrollo.

 

Los TLC, como consolidación de los intereses económicos, hacen posible enriquecer y mantener a más largo tiempo la fortaleza del enriquecimiento para unos y el empobrecimiento para otros, a costa de nuevas formas de invasión y colonización, a través de la economía que solo es posible para quienes han mantenido el monopolio de las tecnologías. En nuestros tiempos los Indígenas somos importantes para contribuir a la Humanidad con nuestros Conocimientos tradicionales en la Conservación del medio ambiente, pero los indígenas no somos  importantes, LES INTERESA los Recursos Naturales de los Territorios indígenas y los Conocimientos tradicionales, porque según los cálculos científicos somos pueblos en extinción y es importante inmortalizar las células humanas, vegetales y animales y su sabiduría

 

Pero el mayor obstáculo para los pueblos indígenas están en las discusiones de Territorios, Recursos Naturales y el Derecho a la Autodeterminación.

 

Nuestros recursos Naturales, hacen parte de la identidad de los Pueblos Indígenas, nuestras células humanas son patrimonio de un Pueblo, los Conocimientos tradicionales son herencias ancestrales que se trasmiten de generación en generación, que se reproducen en un medio especifico, los Territorios indígenas; las personas indígenas somos sujetos de derechos colectivos, sin embargo, en 1996 fueron saqueadas las células humanas por parte de médicos genetistas y científicos en brigadas de salud protegidos  por universidades privadas y publicas de Colombia y otros países Latinoamericanos; que accedieron al material genético humano de 36 pueblos indígenas de Colombia sin el consentimiento informado previo de los Pueblos indígenas, en donde no existió la ética profesional, y fueron depositados en el instituto Nacional de salud de Estados Unidos en Washington, en donde los científicos expresaban que ellos nunca se interesaban por saber cómo ni de dónde venía el material genético, solamente se dedicaban al estudio del material.

 

En lo referente con la Propiedad Intelectual, que protege la propiedad individual, las Patentes, como las marcas, el derecho de autor, etc, y no la colectiva, yo me pregunto: ¿quienes serán los dueños de las líneas celulares indígenas; somos los verdaderos dueños, o son quienes las poseen manipulándola científicamente?. ¿Hasta dónde llegará la libertad de los científicos en nombre de la Humanidad y el comercio de la tecnología, oprimiendo intimidades de las culturas, autorizadas por nuestras condiciones de Pobreza y sabiendo que solo algunos podrán acceder a los servicios de esas investigaciones, en un mundo injusto inequitativo y corrupto?.

 

Solo la información, la resistencia y la conciencia de los valores de nuestros pueblos en nuestros territorios, podremos hablar de valores negociables e innegociables. En donde el tratado de Libre Comercio entiendo es la legalización de los intereses económicos con perspectivas desiguales, y la oportunidad de competitividad gratuita.

 

El posicionamiento del conflicto armado interno en Colombia, no es ajeno a estos intereses de desplazamientos, crímenes, masacres, persecución, señalamientos, exiliación de muchos Colombianos, el desarrollo de los derechos indígenas y sociales del país, y las políticas para EVITAR el desplazamiento.

 

Luis Evelis Andrade Casamá, indígena Emberá, presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC): La firma del TLC afecta la territorialidad de los pueblos indígenas en cuanto se va negociar sobre recursos que se encuentran en ellos. Se van a construir obras de infraestructura para garantizar la competitividad, bajo el pretexto de que son necesarias para posibilitar la entrada y salida de los bienes y el comercio, y para que las importaciones entren al país. Afecta la territorialidad porque estas obras van a atravesar los territorios indígenas y se harán, como ha ocurrido antes, como por ejemplo con el pueblo Emberá Katío, sin consulta previa y sin los procesos de concertación debida.

 

De otra parte, se impulsarán leyes que nos afectarán como la ley de páramos, que busca entregar el control y manejo de ese recurso vital a empresas privadas para la producción de capital. Se implementaran procesos de privatización de los ríos como el río Meta o el Atrato, que eso ya está en  camino, y sabemos que antes de desarrollarse estos proyectos se agudizará la violencia que lo que hace es expulsar a la gente de sus territorios, como ocurre en la zona del Pacífico y está pasando en el Vichada.

 

El TLC afecta la territorialidad notoriamente porque pone en peligro los derechos ya ganados, porque entre otras cosas va ha funcionar como una ley supranacional. Los tratados van ha tener carácter de ley internacional por encima de las constituciones y los derechos ya establecidos. Nos preocupa mucho porque posiblemente para implementar estos megaproyectos y que el TLC tome fuerza y se aplique, se planteará quitarle algunas características a nuestros territorios como es la inalienabilidad, la imprescriptibilidad y la inembargabilidad. Por eso los pueblos indígenas pedimos que se exima a nuestros territorios de los condicionamientos que plantea el TLC andino hacia el gobierno colombiano. Que no se involucre el conocimiento propio y la propiedad intelectual que también serán afectadas, sobre todo, todo el conocimiento sobre la biodiversidad que se encuentra en la mayor parte de nuestros territorios.  

 

Luis Alberto Fiagama, líder indígena Huito, Amazonía colombiana: Yo siempre he discutido con mis abuelos y sabios que esos temas del ALCA y el TLC son muy amenazantes, no solo por su contenido y complejidad, sino porque nosotros no lo entendemos, no es de nuestra cultura, y va ha ser muy difícil comprenderlo y llegar acceder a lo que ellos plantean. Nosotros estaríamos perdiendo muchas de nuestras riqueza, no solo económicas sino culturales, estaríamos enfrentando un mundo diferente, una competitividad diferente en la cual no estamos acostumbrados. El TLC es una amenaza muy fuerte, y en el caso del territorio somos muy frágiles frente a la inmensa maquinaria de los megaproyectos que implante el gobierno.

 

En el caso de la Amazonía, nosotros somos frágiles a que cualquier investigación y comercio nos acabe, porque son territorios grandes y selváticos, son vírgenes y nosotros somos una población muy pequeña y analfabetas de ese mundo nuevo que nos quieren implantare e imponer, el cual nos pondría en una pobreza peor de la que estamos, porque ese mundo no lo conocemos.  

 

Alberto Achito, líder Embera, presidente de la Organización Regional Embera Wounan, departamento de Chocó: Con el TLC se verá afectada la seguridad alimentaria de nuestros pueblos. Las empresas quieren manejar y controlar la producción y la comercialización, paera garantizar el desarrollo de la agroindustria y poco a poco acabar con los mini cultivos de nuestras poblaciones. En el Chocó empezaremos a comprar el plátano, el maíz y demás cultivos de otras regiones, porque nuestra precaria y subdesarrollada infraestructura, las vías de trasporte, y tecnologías no permitirán nuestro desarrollo y tendremos que comprar todo a las grandes empresas internacionales. Nuestros productos serán costoso y no podremos competir con los megaproyectos comerciales. Estas empresas ya están en nuestros territorios, y esto lo demuestra la introducción de la Palma Aceitera en regiones como Bajiza y Riosucio, Chocó, Urrá, en Antioquia, y Tumaco en Nariño. Nos va afectar porque los empresarios no quieren fomentar la dieta alimentaria en las regiones, sino comercializar todos los productos y sacarlos fuera del país. Las empresas están orientando qué tipos de cultivos se deben sembrar y no las comunidades. Las inversiones de capital solo se harán para satisfacer los diferentes intereses estratégicos planteados en las políticas económicas inmersas en el los TLC. Se afectarán nuestras culturas, nuestra forma de vida, la economía de la región, seremos más pobres. Nuestros sistemas ancestrales serán invadidos, se destruirá la biodiversidad y los cultivos tradicionales. Pretenden apoderarse de nuestros conocimientos, de nuestras semillas nativas, manipular la genética, perderemos nuestros medios de subsistencia, porque si perdemos nuestras formas de cultivos y semillas, moriremos, tendremos que comprarlas a las empresas extranjeras, que serán dueñas de las patentes. La estrategia es fortalecer nuestros planes de vida, conservar y mantener nuestras formas de producción tradicionales, nuestras semillas para garantizar la seguridad alimentaria. Debemos organizarnos y resistir para garantizar nuestra supervivencia cultural como pueblos ancestrales, ante estos procesos económicos de exterminio.   

 

Secretario General, Cabildo Guambiano, departamento de Cauca (Omitió su nombre): Esto se puede mirar de varias formas, una es que aquí existen una serie de intereses económicos porque Colombia está ubicado estratégicamente en el mundo, sobre todo el Cauca. Al Cauca lo han llamado bio-macizo o la estrella fluvial de Colombia, yo creo que del mundo. Pero nosotros, antes de que le dieran todos estos nombres, ya le teníamos el nuestro, por eso Cauca significa "Madre de los Bosques". Esta es una palabra ancestral guambiana, y si interpretamos este pensamiento, imagine la magnitud de lo que significa hoy por su cuestión ecológica, por la ubicación de muchas etnias y la riqueza de la biodiversidad en ella existente.

 

Las culturas indígenas han desarrollado y mantenido todo un conocimiento sobre la biodiversidad, ligado a esos usos y manejos culturales. Nosotros hemos perdido mucho por el proceso de aculturación, pero desde la Constituyente (1991) para acá, hemos venido en la lucha de rescatar nuestra identidad cultural como tal, porque nosotros sin territorio no podemos desarrollar nuestra cosmovisión, nosotros hablamos de las tres "tulpas de fuego", que son: el territorio, la cosmovisión y la gente, sobre las cuales se sostiene nuestra cultura.

 

Los que vienen detrás del TLC nos quieren quitar la única fortuna que nos queda, el conocimiento sobre el poder y propiedades de las plantas, porque la bio-piratería y el bio-imperialismo ya se lo han llevado todo. La importancia es ver cómo nos defendemos de esta avalancha, así gritemos que NO al ALCA y a la globalización, eso ya está adentro, y dentro de las culturas indígenas ya está metido, dentro de nuestros líderes está metido el consumismo, eso es trágico parta nosotros, pero tenemos que convertir todo este panorama que está en nuestra contra en algo positivo, ¿cómo?, volviendo  a lo ancestral, no consumiendo, si nosotros tejemos nuestros propios vestidos, comemos nuestros alimentos, así sean muy atractivos los otros productos, muy económicos, muy baratos, resistiremos a esta avalancha porque está en juego nuestra permanencia cultural.

 

Martín Tinganá, indígena Pasto, departamento Nariño, Antropólogo: El tema del TLC, como el de todos estos modelos económicos, afectan la vida de los pueblos indígenas y de las comunidades negras. En ese sentido, de primera mano, está en juego lo que es el territorio. Este es la columna vertebral de las comunidades, es la vida, y creo que nos va a afecta totalmente, si decimos que en Colombia, territorialmente hablando, casi el 60% de las tierras están en territorios indígenas. Ahí están los recursos naturales, está el agua, el petróleo, los recursos ancestrales, la medicina tradicional y la riqueza de nuestros pueblos, no solo los de Colombia, sino también de los otras países que están negociando. Es preocupante, pues ya están proyectadas las vías en los diferentes países para la importación de los productos, y la exportación de las patentes y la biodiversidad. Yo veo que todo esto acabará con nuestra existencia, es una política de exterminio para los pueblos más débiles como lo somos los grupos étnicos. Yo creo que la única alternativa hoy, es convocar a todas las organizaciones indígenas de los países que van a firmar, es pensar en una propuesta indígena, en una figura jurídica, decirle NO al ALCA y estar preparados para pelear hasta el final, porque el Estado expresa esta realidad acabando los pueblos indígenas. La propuesta debe ser intelectual, de vida, como un árbol que reúne toda la cultura ancestral. Este modelo neoliberal ya está armado, es un compromiso entre gobiernos que quieren terminar con la integridad de los pueblos indígenas. Por eso, esta campaña de resistencia en contra del ALCA y los TLC debe ser respaldado por todos los movimientos sociales.

 

Jairo Chicamá, indígena etnoeducador, departamento de Risaralda: El TLC es un Cristóbal Colón disfrazado. En nuestro país y en Latinoamérica es un problema que va a disminuir los procesos económicos de las diferentes comunidades nacionales. No estamos de acuerdo con el libre comercio dentro de los territorios indígenas, y menos en una país con bajo perfil de desarrollo. Todos los trabajos y la producción de nuestras comunidades indígenas, afros y campesinas, serán condenados a desaparecer frente a la gran producción y poderío de los países desarrollados.

 

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