Cientos de personas participaron en el acto que vistió a Correa con el poncho de los pueblos indígenas después de haber participado en el ritual de limpieza espiritual de "taitas y mamas".
El escenario no pudo haber sido mejor escogido: la casa de la líder indígena Tránsito Amaguaña, fallecida el pasado mes de mayo. En ese escenario, Correa recibió el bastón de mando de manos de Vinicio Chilo, dirigente de Cayambe. El bastón, elaborado por comuneros de la zona, significa la transmisión de los conocimientos de los taitas y de las mamas de la tierra que se enmarcan en el árbol sagrado Chiquiragua o árbol de la vida.
"Queremos entregarle las mejores vibraciones, la conexión con la Pachamama y la Pachacámac, para que le den la luz y el entendimiento a nuestro hermano presidente", expresó el presidente de la Asociación de Taitas y Mamas Yachacks de Pichincha, Franklin Columba.
En su discurso, Correa destacó el legado de Tránsito Amaguaña. "Había llegado a los cien años, pero lo que la hizo singular no fue su longevidad, sino su vida de servicio y compromiso".
El presidente también se acordó de sus invitados, a los que presentó con solemnidad. "Este es el día de los pueblos indígenas y de la cultura. Nos sentimos honrados al tener entre nosotros a los líderes indígenas Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, ante quien me avergüenzo de lo poco que sé por su sabiduría ancestral. Y Rigoberta Menchú, una mujer heroica y luchadora de los derechos de los pueblos indígenas de Latinoamérica", dijo Correa.
El discurso del presidente Correa se realizó en la comuna La Chimba, localidad de la parroquia Olmedo, en el cantón Cayambe, donde hace más de 1500 años los pueblos Kayambi y Karanki organizaron la resistencia contra los incas.
Después de la toma del bastón, Correa acudió al Desfile de la Ecuatorianidad, que se desarrolló por primera vez en la avenida de Los Shyris, en el norte de Quito, para conmemorar el Bicentenario de la Independencia.
Al día siguiente, el lunes 10 de agosto, el presidente ecuatoriano asumió la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericana (Unasur) y aseguró que "nuestra meta será posible si avanzamos decididamente hacia el fortalecimiento del multilateralismo y de la vigencia del derecho en las relaciones internacionales, a fin de lograr un mundo multipolar, equilibrado y justo".