El debate de control político en el concejo de Bogotá, sobre la crítica situación del recurso hídrico en Bogotá, pretende promover la necesidad de instaurar un Estatuto del Agua para Bogotá. La cabildante asegura que el modelo de gestión y la administración actual para el manejo de los recursos hídricos, no permite una gestión integral del mismo ni existe articulación entre las instituciones que manejan el ciclo natural del agua en la ciudad, causando un gran impacto sobre cada uno de sus componentes, siendo la más afectada, la calidad del agua.

 

Estos hechos para la cabildante ratifican aun más la necesidad de aprobar un Proyecto de Acuerdo que adopte un régimen jurídico exclusivo, con el cual se planifique y administre el recurso hídrico de la capital; además de propiciar una cultura para su defensa. Para Ati Quigua, es necesario que los colombianos y los bogotanos entiendan la importancia de la gestión ambiental del agua, como eje articulador y vital para los habitantes de la ciudad.

 

La concejala indígena Ati Quigua, tenía previsto iniciar su debate del 14 de septiembre a las 9:00 a.m, sin embargo se retrasó hasta las 11:30 a.m debido a que debates de otros concejales se tomaron más tiempo del previsto. Este retraso determinó que gran parte del concejo estuviera ausente en el momento de la exposición de la concejala.

 

Sin embargo su exposición estuvo cargada de emotividad y simbolismo. Su presentación inicio quemando una hoja de frailejón, explicando que para la comunidad arhuaca esta hoja es la mensajera del espíritu del agua y que su planta nace en los picos sagrados de la Sierra Nevada de Santa Marta.

 

Posterior a este acto simbólico que también que también pretendía abrir la mente de quienes les corre sangre indígena en sus venas y pudieran escuchar mejor el mensaje, continuó citando a los Mamos, (sabios de su comunidad), con unas palabras en su lengua, el mensaje hablaba sobre la importancia del agua para las comunidades indígenas, y que ésta es para todo ser humano la esencia de la vida.

 

El acto simbólico finalizó con un canto, un canto que los arhuacos le ofrecen a la vida desde niños, “para nosotros el agua es un ser vivo, y canto para que no se me olvide cantar, porque ese día no tendría sentido la presencia de los pueblos indígenas”.

 

Al debate fueron citados el Gerente de la Empresa de Acueducto, la Directora del DAMA, la Directora del Jardín Botánico, e invitados el Ministro del Medio Ambiente, la Senadora Nancy Patricia Gutiérrez, el Contralor Distrital, el Personero de Bogotá, la Directora de la CAR y el Director del IDEAM, sin embargo no asistieron.

 

“Quienes dicen estar comprometidos con el agua y el medio ambiente, deberían estar aquí atendiendo el llamado de la primera instancia política de la ciudad, lamentamos profundamente su ausencia y pediremos que se investiguen a los funcionarios por incumplimiento con sus funciones” afirmó a Actualidad Étnica la joven indígena.

 

La concejala aseguró que en Bogotá se han perdido 90 quebradas y los ríos se han convertido en sistema de alcantarilla, “los ríos son como las venas del cuerpo, el agua es el eje articulador de la vía, y no debe ser tratada como una mercancía sino como un recurso vital, un patrimonio público y un derecho humano”.

 

Por su parte Juan Carlos Castro, Asesor de Ati Quigua afirmó que la ciudad debe empezar a manifestar una posición clara frente al tema del agua “se debe empezar a generar expectativa en la ciudad sobre el tema y su importancia y por otra parte debe analizarse cuáles son las deficiencias en la administración respecto al recurso hídrico”.

 

La situación de las privatizaciones del agua en el mundo, el país y la capital

 

Ati Quigua expuso en su debate que América Latina es un continente rico en recursos hídricos y aún así reporta una pobreza crónica. En cuanto a Colombia denuncia que las políticas internacionales (TLC) y la atención del conflicto interno, no han permitido es desarrollo de políticas de Estado en materia de servicios públicos.

 

Afirmó también en su exposición que el Estado ha dado traslado de sus obligaciones al sector privado, iniciando un “proceso de privatización” de los recursos hídricos del país, como es el caso de Técnicas Valencianas del Agua (Tecvasa) de España, la cual logró la concesión del servicio de agua por 20 años. Esta empresa española creada en 1999 y a sólo 3 años de su creación contaba ya con 4 filiales: Metroagua en Santa Marta (Colombia); AAA Dominicana (Santo Domingo, República Dominicana); Aragua en el cantón de Zamborondón (Ecuador) y AAA Venezuela, en el estado de Zulia.

 

En la situación de Bogotá, la indígena asegura que la empresa de Acueducto de Bogotá viene planteando un modelo de modernización, en el cual se ha incorporado una visión mercantilista y ha dado inicio a un proceso de “privatización”; incorporando 5 gestores de zona en la ciudad, Proceso que continuó con la regionalización de la venta de agua en bloque, para lo cual se creó Aguas de Bogotá, y finalmente se planteó la alianza entre la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Empresas Públicas de Medellín (EPM) y posiblemente Canal Reina Isabel, empresa española. “Para nosotros los pueblos indígenas esto es mucho más grave, porque como saben los españoles casi nos exterminaron, vinieron por nuestro oro y ahora vienen por nuestra agua” agrego Ati Quigua.

  

www.etniasdecolombia.org

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