El proceso de transformaciones sociales que vive Bolivia recibió un abrumador apoyo el 10 de agosto, cuando el presidente Evo Morales fue ratificado con una votación favorable del 67%, 14 puntos más alta que la obtenida en la primera elección presidencial.
La derrota de los portavoces del pasado neoliberal y hacendatario fue total, porque fue revocado el prefecto reaccionario de Cochabamba, porque en los propios departamentos en que antes dominaban a sus anchas y denominaban la Media Luna, Evo aumentó su votación, ganó en Pando y Chuquisaca, en 5 de las 6 provincias de Tarija, en 3 de las 8 de Beni y en 7 de las 15 de Santa Cruz. La Media Luna se convirtió en Cuarto Menguante y los trabajadores asalariados en las nuevas condiciones han logrado que los fondos de pensiones no sean para el gran capital privado.
En vez de aceptar el resultado del ejercicio democrático, los hacendados y grandes empresarios optaron por la violencia. No perdonan a los campesinos, habitantes pobres de las ciudades e indÃgenas originarios de “sus†feudos departamentales, haber construido la organización que los derrotó electoralmente en las provincias y que los cuestiona cotidianamente. La acción violenta fue diseñada especialmente para tratar de aplastar esta
Por otra parte la decisión del 67% de los bolivianos de proseguir el camino de transformaciones pacÃficas implica que está abierto el camino para aprobar en consulta popular y llevar
Esta Constitución es el instrumento institucional para proseguir los cambios que
Los hacendados están dispuestos a todo para no permitir la autonomÃa de los pueblos indÃgenas y comunidades campesinas, para defender el latifundio e impedir la reforma agraria y para mantener cautivos como siervos a los indÃgenas guaranÃes que hacen trabajar en sus fincas.
Las transnacionales conspiran para que rijan los llamados “estatutos departamentales†en los cuales se garantizan sus “derechosâ€
Los hacendados y grandes empresarios declararon entonces un paro patrona a partir del 19 de agosto, fecha del aniversario del golpe de estado de Bánzer. En Chuquisaca los patronos claudicaron ante el cerco que campesinos e indÃgenas multitudinariamente tendieron sobre la ciudad de Sucre.
En cambio en Santa Cruz, el 3 de septiembre una macha pacÃfica de obreros, habitantes del barrio popular Plan Tresmil, indÃgenas nativos
El 9 de septiembre se desencadenó un golpe de estado en todo el Cuarto Menguante. Los objetivos de las bandas fascistas eran
El golpe se abalanzó
El 11 de septiembre,
En Pando, ese 11 de septiembre, indÃgenas Tacana y campesinos que se dirigÃan a una reunión y manifestación en la ciudad de Cobija, fueron emboscados por bandas fascistas con armas de fuego. Hasta el momento han sido encontrados 15 cadáveres y hay 100 desaparecidos. Los heridos eran rematados o abandonados. Varios niños se ahogaron en un rÃo aledaño al tratar de huir de los sicarios. Esta masacre conmovió al paÃs. Los sobrevivientes han reconocido a los autores materiales entre quienes se encontraban connotados polÃticos de derecha al lado de asesinos profesionales. Sindicado de la autorÃa intelectual ha sido detenido el prefecto de Pando.
Los protagonistas del vandalismo no han sido grupos espontáneos. Se trata de grupos cuidadosamente organizados por los poderes económicos, integrados por jóvenes de clase media y alta alucinados por el racismo más burdo, que gritan consignas nazis: “Hitler mataba judÃos porque no conocÃa a los collas [indÃgenas aymara]†es su lema preferido. Han sido entrenados militarmente por matones profesionales y formados en la ideologÃa de los ustachi cróatas, que sirvieron como tropas tÃteres a Hitler duante la ocupación nazi de Yugoslavia y varios de cuyos integrantes se establecieron en el oriente de Bolivia al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Estos grupos fascistas ya actuaban en el 2003 cuando en Moxos y Trinidad, departamento de Beni amenazaron a las monjas y organizaciones que defendÃan los derechos de los indÃgenas y realizaron varios ataques violentos.
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