Luis evelis y Jesús Chavez

Por Mario Serrato

Ya terminaron las elecciones para conformar el congreso de Colombia

Una agotadora y rigurosa jornada de conteo y reconteo de los votos alcanzados por MAIS, tuvo inicio desde el momento en que los electores prácticamente dividieron sus gustos por LUIS EVELIS ANDRADE y JESUS CHAVEZ: dos excelentes protagonistas de las luchas indígenas. Dos colosos de la entrega, de la convicción, del sacrificio y de la capacidad organizativa. 

 Cualquiera de estos dos personajes es sin duda alguna capaz de entregar  su vida por la causa indígena, por la causa popular. Ninguno de ellos jamás formularía una propuesta que pudiera convertir la tierra en un instrumento desolado. Tampoco permitirían que los intereses de una transnacional o de un gremio económico, ingresara en sus territorios para explotarlo, desecarlo y abandonarlo. 

Colombia entera puede estar segura de que nunca alguno de ellos tendrá a 60 de sus amigos y seguidores condenados por paramilitarismo.  Nunca veremos el momento en que Luis Evelis o Jesús se vean involucrados en el robo a un departamento entero o en escándalos por financiación de sus campañas con dineros de la cocaína.
Jesús Chavez y Luis Evelis Andrade nunca han usado fondos indicativos de los que da el gobierno a los oscuros políticos de la costa para construir escuelas y carreteras de mentiras.

Nunca un colombiano los ha visto ni los verá escuchando las conversaciones ajenas ni persiguiendo periodistas, homosexuales, estudiantes o contradictores políticos.

Tampoco encontraremos su firma estampada en un documento que apruebe un TLC, ni sus rodillas hincadas ante los delegados del Fondo Monetario Internacional.   

Aunque ambos tienen una fuerte y sólida formación religiosa, jamás los veremos asegurar que son dueños de Dios y de la verdad.

Ninguno de los dos es médico ni escribe poemas que nadie lee, mientras salta y culebrea por la cornisa incierta de los partidos, las ideologías, la lambonería y la burocracia sin ningún arraigo ni lealtad.

Ellos nunca permitirían que sus hijos adquirieran tierras por un precio pírrico las que dos días después, por arte de birlibirloque, alcanzan en el mercado valores inverosímiles.

Tampoco se les encontrará acordando la creación de un acto  legislativo en el que se modifique la constitución para adecuarla a una persona o para limitar los derechos fundamentales con artilugios de economistas.

En Luis Evelis Andrade y Jesús Chávez, se encuentran las virtudes que los colombianos perdimos cuando nos dedicamos a votar por personas empecinadas en la venganza, frívolos inconsecuentes, aristócratas sin escrúpulos, politiqueros vinculados a organizaciones violentas, religiosos que desprecian a los minusválidos, burócratas sin ley, economistas sumisos al consenso de Washington, quienes acogen las medidas del FMI mientras la miseria y el analfabetismo campean en las comunidades indígenas, afros y toda clase de desplazados.

Colombia votó por ellos, ahora, sobre ellos y la Organización Indígena de Colombia, recae la obligación de mantener la unidad para ayudar a salvar al país del rencor y del odio, de la guerra y de la mafia, de la burocracia y de la corrupción.

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