En Mayo se conmemora el Mes de la Afrocolombianidad, tiempo para reivindicar activamente el derecho a la vida, la paz, la no violencia, además de los años de soledad y olvido en donde el Estado ha mantenido sumergido y marginalizado al pueblo afrocolombiano. En el marco de esta conmemoración, la nueva Constitución Política colombiana, declaró el 21 de mayo como Día Nacional de la Afrocolombianidad, establecido mediante la ley 725 de 2001 y que busca convocar a la valoración del legado cultural de los pueblos africanos y afrocolombianos.

El Día Nacional de la Afrocolombianidad, se debe tomar como una gran jornada cultural para promover el conocimiento, la comprensión y la valoración de la Afrocolombianidad, raíz y fundamento de la identidad cultural nacional o colombianidad, paralela a nuestra indigenidad e hispanidad.

Se debe tener presente que el 21 de mayo, Día Nacional de la Afrocolombianidad, no es el día de las comunidades afrocolombianas. Por eso, todas las iniciativas y acciones que se programen deben proyectarse con cobertura e impacto en toda la población colombiana, promoviendo la integración interétnica y la interculturalidad sin racismo ni exclusiones dentro de la sociedad.

La celebración del Día Nacional de la Afrocolombianidad es de particular significado para el Movimiento Nacional Cimarrón, dado que en esta ocasión lo hacemos en unidad con instituciones como la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), Acción Social, la Delegación de la Comisión Europea para Colombia y Ecuador, la Universidad Javeriana, así como numerosos colegios y entidades de educación superior que se vinculan a la lucha por la no discriminación y el racismo.

Para esta jornada, Cimarrón tiene planeado el domingo 24 de Mayo realizar una gran movilización que saldrá a las 10:30 am de la Plaza de Toros, siguiendo por la carrera 7 hasta la Plaza de Bolívar, donde terminará después en una concentración. Durante el tiempo que dure la actividad se llevarán a cabo actividades publicitarias que denuncien y visibilicen el racismo que persiste en nuestra sociedad, y las prácticas de discriminación y exclusión por las cuales se violan los derechos humanos y las condiciones de vida de las comunidades afrocolombianas.